Remedios para pies fríos


Los pies fríos son un problema sobre todo en invierno y no son uno exclusivamente de calzado. Es decir, no se trata de ponernos dos o tres calcetines, ni de correr al calefactor cada cinco minutos, nuestros pies necesitan ayuda interna para lidiar con la sensación de frío, un problema de temperatura, y en ocasiones, de la edad.
Al estar mucho tiempo de pie, o con los pies colgando, en una silla, lo que hacemos es atrofiar la circulación, en especial de las venas (que no dependen de la presión del corazón para circular, sino de la contracción muscular. Si nuestras venas están saturadas de sangre, sufrimos varios problemas, como cansancio en las extremidades, varices y extremidades frías.
Para mejorar la sensación de frío en los pies y manos, lo mejor es ayudar al sistema circulatorio, y existen varias formas para hacerlo.
  • Ejercicio No me refiero al ejercicio intenso. Producir tensión muscular no suele ayudar a los pies fríos, pero sí el ejercicio leve que aumenta el tono muscular. Opciones como Tai Chi, o ejercicios bajo el agua, que tienen bajo impacto en los músculos, ayudan a la circulación sanguínea y a la regulación de la temperatura en todo el cuerpo.
La falta de ejercicio es una de las razones por las que las extremidades frías suelen estar asociadas con la vejez, edad en que las personas se vuelven más sedentarias.
  • Hierbas para la circulación Un poco de ayuda de la mano de la Madre Naturaleza también es posible. Si eres como yo y te encanta el picante, es posible que tus manos y pies siempre estén agradablemente tibias, y es porque las especias picantes mejoran la circulación, abren los poros y trabajan con el sistema linfático eliminando toxinas (a costo de irritación estomacal, cuando se comen en exceso). Considera jengibre, canela y ajo. Para paladares menos aventureros, el Castaño de Indias y la Milenrama o Hierba de Aquiles (Achillea Millefolium) también asisten a la buena circulación.
  • Tratamientos En Medicina China, el Meridiano del Pericardio es responsable de la circulación de la sangre, y las extremidades frías son síntoma de que su energía no circula de manera óptima. Su otro, nombre, "Meridiano del Triple Calentador", es reflejo de la importancia que la temperatura juega en el rol de este meridiano. Corre por el dedo anular hacia el hombro y cerca de la sien. Un buen tratamiento de acupuntura o un masaje pueden mejorar la temperatura en nuestros pies.

Siempre puedes recurrir a remedios más prácticos, como el doble calcetín, el baño en agua caliente (que siempre hace bien a los pies cansados, sobre todo con sal de mar) o la estufa, pero ten cuidado de no sobre exponer tus pies a altas temperaturas ni a cambios bruscos, porque puedes hacerles daño. Ellos llevan mucha presión casi todo el día y sufren para obtener los nutrientes y oxígeno de la sangre; recuerda que son delicados.
Otro problema que debes cuidar al calentarlos es no producir o guardar humedad. Si tus pies sudan, o si no los secas bien después de un regenerador baño caliente, puedes acarrearte nuevos problemas, como mal olor o una invasión de hongos en los pies.
Modera tu consumo de sal
Además de las bajas en la temperatura, los meses de frío suelen incluir un consumo excesivo de sal. Si bien comer más sal de lo normal en estos días está bien, la forma en que lo hacemos supera en exceso las normas de salud. La dieta Paleo, por ejemplo, dice que la sal contenida en los alimentos debería bastar para nuestra alimentación.
La sal es un agregado nocivo a la dieta moderna y así como tu corazón, el frío de tus pies celebrará que limites su uso. Eso, además, reducirá la inflación, disminuirá la retención de líquidos, mantendrá sano tu sistema endocrino y te hará menos sensible a las temperaturas extremas.
Otros alimentos que debes considerar reducir o eliminar si tienes problemas de extremidades frías, son la leche y sus derivados, el café y el alcohol.