Foto © [Peter Dazeley / Getty Images]
La anorexia fue una preocupación de moda hace unos años. Desafortunadamente, la falta de atención no es el resultado de una disminución de la gravedad del problema, si bien existe ahora más conciencia y preocupación que hace un par de décadas, y el establishment médico ha aprendido a tratar mejor esta enfermedad.
La anorexia se caracteriza por disminución excesiva de peso, generalmente derivada de un trastorno emocional. Quienes la padecen, en su gran mayoría mujeres, perciben su peso como una amenaza para su bienestar, ya sea físico o en sociedad, y se niegan a comer al grado de llevar su vida al peligro.
El bajo peso es mucho más peligroso que la obesidad; el sobrepeso está rodeado de mitos, pero los riesgos a la salud de la anorexia son muy claros: infertilidad, anemia severa, depresión, pérdida del conocimiento, osteoporosis, problemas cardíacos y renales.
La anorexia requiere un tratamiento completo. Intervención médica y psicológica, apoyo de la familia y un largo y lento proceso a la recuperación. La medicina alternativa difícilmente podría, por sí sola, aliviar un caso de anorexia, pero existen estrategias que complementan los tratamientos médicos y farmacológicos para mejorar la sanación.
Particularmente peligrosos resultan la ingesta reducida de tiamina, o vitamina B1, triptófano, y de zinc, tan importante para el sistema digestivo. Una deficiencia de zinc, no sólo puede producir impotencia, sino que impide la absorción de nutrientes y una apropiada digestión, acelerando la pérdida continua de peso, y de la salud.
La anorexia se caracteriza por disminución excesiva de peso, generalmente derivada de un trastorno emocional. Quienes la padecen, en su gran mayoría mujeres, perciben su peso como una amenaza para su bienestar, ya sea físico o en sociedad, y se niegan a comer al grado de llevar su vida al peligro.
El bajo peso es mucho más peligroso que la obesidad; el sobrepeso está rodeado de mitos, pero los riesgos a la salud de la anorexia son muy claros: infertilidad, anemia severa, depresión, pérdida del conocimiento, osteoporosis, problemas cardíacos y renales.
La anorexia requiere un tratamiento completo. Intervención médica y psicológica, apoyo de la familia y un largo y lento proceso a la recuperación. La medicina alternativa difícilmente podría, por sí sola, aliviar un caso de anorexia, pero existen estrategias que complementan los tratamientos médicos y farmacológicos para mejorar la sanación.
Método Maudsley
El hospital de Maudsley en Inglaterra es responsable de uno de los tratamientos terapéuticos más recurridos para tratar la anorexia. Se caracteriza por seguir tres fases de tratamiento, y por desasociar al enfermo o sus familiares de la culpa de la enfermedad. La culpa es del desorden alimenticio mismo, no de quienes lo padecen.- La primera fase del Método Maudsley consiste en reinstaurar la autoridad paterna. Esto funciona especialmente cuando quien padece la anorexia es un adolescente. Los padres recuperan el poder de decidir qué y cuánto debe comer el paciente, haciéndose responsables de preparar las comidas y de proveer los nutrientes adecuados para la recuperación.
- Una vez que se alcanzan niveles de peso adecuado, el adolescente va asumiendo responsabilidades propias de su edad, como la cantidad de comida que se sirven o qué pedir en un restaurante. Según este método, ellos no deben ser proveedores ni cocineros.
- La tercera fase atiende problemas relacionados con la anorexia, como problemas internos en la familia, o si hay algún caso de depresión o de ansiedad.
Remedios naturopáticos
Existen alimentos que tienen propiedades estimulantes del apetito. No todos funcionan igual y es importante considerar los gustos y características de la dieta de cada individuo. De ser posible, considera incorporar a la dieta pimientos picantes, té verde, ginseng, ajo, cardamomo, clavos de olor, hinojo y jengibre. Algunas de estas especias provocan ansiedad al comer, y estimulan así el apetito; todas estimulan el sistema inmune y el movimiento del sistema linfático.Deficiencias nutricionales
Uno de los aspectos más importantes a cuidar cuando hacemos dieta, o cuando bajamos de peso (voluntaria o involuntariamente) son los nutrientes que dejamos de ingerir. El cuerpo intentará a toda costa evitar que una dieta nos haga perder peso, por lo que muchas dietas, o trastornos alimenticios, dependen de una gran reducción de nutrientes para lograr reducir el peso.Particularmente peligrosos resultan la ingesta reducida de tiamina, o vitamina B1, triptófano, y de zinc, tan importante para el sistema digestivo. Una deficiencia de zinc, no sólo puede producir impotencia, sino que impide la absorción de nutrientes y una apropiada digestión, acelerando la pérdida continua de peso, y de la salud.